El presidente de Asofuer, Antonio Vicente Hormiga, ha mostrado “todo su apoyo” a los trabajadores del Hotel Oliva Beach que se concentrarán este miércoles ante la Delegación del Gobierno para exigir una respuesta de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar al proyecto de renovación del edificio. Por su parte, el representante de la plataforma ‘Salvar el Oliva Beach’, Rafael Giráldez, anuncia movilizaciones en Madrid dado que el último plazo otorgado por el Gobierno sigue sin contestación al proyecto que presentó la cadena Riu hace dos años.
Para el presidente de la entidad, Antonio Hormiga, “es una auténtica vergüenza” que después de todo el tiempo transcurrido desde la presentación del proyecto de remodelación, la implicación de numerosos responsables políticos de toda índole, empezando por el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, el presidente del Cabildo insular, Blas Acosta y el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, por citar algunos, “desde Madrid no se hayan dignado a dar una respuesta que evite que casi 400 familias se queden en la calle”.
En esta línea, defiende que se dé luz verde, cuanto antes, al inicio de las obras de renovación del establecimiento “que, al parecer, es la parte del proyecto que menos dudas presenta”.
Para Hormiga, resulta “impensable” que a falta de una respuesta se esté poniendo en peligro la competitividad de la Isla, su imagen como destino turístico y el sustento de los trabajadores del sector.
Por eso, muestra su más firme apoyo a la plantilla que se concentrará mañana frente a la oficina de la Delegación del Gobierno en Las Palmas, en la Plaza de La Feria, para exigir una respuesta urgente y muestra su solidaridad a todas las familias afectadas por esta situación de incertidumbre que perjudicando gravemente al principal capital de la empresa: su equipo humano.
La concentración contra el bloqueo institucional cuenta con el apoyo de Asofuer y de la Federación de Hostelería de Las Palmas (FEHT) además de los sindicatos UGT, Intersindical Canaria y CCOO.
22 meses de lucha
En diciembre de 2017, la cadena RIU registró ante la Dirección General de Costas del Gobierno central su proyecto de remodelación del hotel Oliva Beach, un emblemático establecimiento alojativo de la zona norte de Fuerteventura. Más de año y medio después -22 meses- no hay respuesta. La empresa advirtió de los graves problemas económicos que le acarreaba esta situación de prolongado silencio por parte de la Administración central. Ni los constantes Comités de Empresa, ni las concentraciones frente a la Delegación de Gobierno, ni la reunión entre el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta, y el presidente del Gobierno Canario, Ángel Víctor Torres, ni la desesperación de los trabajadores -371 empleados- han logrado ‘ablandar’ a Costas lo suficiente como para emitir una respuesta que frene el expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que va a presentar si la situación continúa agonizando como hasta ahora.
Los datos que maneja Geafond Número Uno Lanzarote SA, empresa del grupo RIU que gestiona el Oliva Beach, son demoledores. La caída de los ingresos en el último trimestre del pasado año fueron del 29% con respecto al mismo periodo de 2017. Al paso por la primera mitad de este año, las circunstancias no han mejorado; disminución del 49% entre enero y marzo, y del 24% en los tres meses siguientes.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica, en el que residen las competencias en materia de Costas, se ha comunicado a la empresa que están pendientes de la elaboración de informes jurídicos, comprometiéndose a un mes (15 de noviembre) para liquidar el trámite. Es decir, RIU no está ante una denegación subsanable, sino ante un silencio que les mantiene paralizados.
Riu tenía previsto cerrar el hotel el 4 de noviembre para iniciar las obras. El hotel ya no podía encontrarse en los catálogos de la última temporada invernal, pero la Dirección General de Costas sigue sin contestar sobre la remodelación a pesar de que el Gobierno canario está presionando para que se desbloquee el proyecto. El hotel está obsoleto y no es competitivo.
Giráldez insiste en que la remodelación no prevé un incremento de volumen ni traspasa los lindes del área de un hotel que Riu tiene la concesión para un plazo de 75 años. Con esta obra, el Oliva Beach ganaría una estrella y con cuatro se convertiría en un hotel competitivo en el mercado.